La adolescencia es una etapa llena de cambios y descubrimientos. Los cambios biológicos y psicológicos son constantes y ante cualquier síntoma en el comportamiento del adolescente, es necesario acudir a un profesional cuanto antes.
La inquietud, la formación de la personalidad, el sentido de la responsabilidad que se va creando en el adolescente… Es importante que el adolescente no se desvíe del camino correcto, de aquel que sea el del buen comportamiento en sociedad y familia y el de los estudios.
Además, a la hora de trabajar con adolescentes, es vital contar con la colaboración de su familia y de su entorno escolar. Trabajar de manera conjunta es una de las claves para alcanzar un resultado óptimo y continuado en el tiempo.
Muchos jóvenes tienen dificultades para comunicar cómo se encuentran y en ocasiones factores externos pueden causar un pensamiento negativo o comportamiento inadecuado. Entre los trastornos relacionados con los problemas emocionales y del comportamiento podemos encontrar:
→ Trastorno de ánimo (crisis de ansiedad, depresión o estrés)
→ Trastorno de déficit de atención con o si hiperactividad
→ Falta de motivación en el instituto
→ Dislexia, discalculia o trastorno de la expresión escrita
→ Obsesiones y manías
→ Trastornos de conducta como agresividad o comportamiento anti-social
→ Timidez
→ Aislamiento
→ Adicciones (juego, sexo, alcohol o drogas)
→ Falta de habilidades sociales que deriva en problemas con los amigos
→ Problemas de identidad y cohesión
→ Ansiedad asociada a problemas con la identidad sexual
→ Trastornos de la conducta alimenticia (obesidad, bulimia o anorexia)
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